Me enamoré de este pueblo de la costa murciana, situado al sur del municipio de La Unión, conocido por su actividad minera y el famoso Festival del Cante de las Minas.
Y no es sólo por su precioso entorno, por la belleza de su playa de arena negra o las maravillosas vistas del mediterráneo que ofrece desde su faro o el Monte de las Cenizas. Me ha enamorado de Portmán su historia. Una historia que lejos de ser bonita o con final feliz, es real, dolorosa por el daño ecológico y frustrante por los intereses económicos que llevaron a romper el equilibrio natural de una bahía que, a pesar de todo, sigue teniendo un encanto que te atrapa.