Madera, espejo y motor de baja revolución.
200 x 150 x 150
2016
Nuestra vista recorre las estructuras geométricas libres, pero no logra encontrar un punto fijo en la cual posarse. En cambio, formas ortogonales como también curvas hacen fluir nuestra mirada a través de un recorrido por una invención dinámica. La mirada pasiva se vuelve activa. De este modo hay una acción, es decir, una causa y un efecto.
Nuestro rol como espectadores, según Eduardo Pellejero “nos otorga a un doble ejercicio, la mirada evalúa y aprecia, es critica o creativa, deforma o problemátiza.
Pablo Frezza