284 segundos es una obra de tiempo próxima a otras pertenecientes a los sistemas “obras en el tiempo” y “obras de tiempo exacto”. Pero mientras estas últimas se enmarcan en periodos de tiempo perfectamente delimitados en la cronología en la que transcurre la vida, mi vida, 284 segundos abriría un nuevo sistema mucho más anárquico donde sus pequeñas explosiones detonarían en cualquier momento del transcurso del tiempo sin saber exactamente el momento del que proceden.