El espíritu que estructura las producciones de Michel Herreria evoca en esta ocasión las figuras tutelares de Bourdieu y de Tati. Bourdieu para permitirnos comprender lo que está en juego, los deseos, las ilusiones y desilusiones que se esconden tras los gestos, los movimientos, las situaciones del mundo laboral.
Tati para revelar el absurdo y lo cómico de estas situaciones.