A partir de una brevísima filmación realizada al azar, surgen dos planos que definen una línea: el plano negro del cuerpo del autor sobre el plano blanco de la pantalla de proyección que se genera al acabarse la película, justo antes de apagar el proyector. Trabajando con este elemento y reelaborando su imagen y sonido con las nuevas máquinas digitales, se define el frente de trabajo creativo, la línea de interacción entre la máquina y quien la maneja.