"No me lo sé". Y eso que era el día más importante.
En fin, esto es Yerno. A pecho descubierto. Carnaza de la buena. Una escena, extraída vilmente de un bruto que jamás debió ver la luz, demuestra cómo, con ingenio, podemos sobreponernos a nuestra gran tara: no tener ni puta idea de la vida.