En 1971, en pleno conflicto bélico en la región del Sahara occidental, un grupo de entusiastas conservacionistas, liderados por el científico José Antonio Valverde, idearon lo que a la postre se conoció como Operación Mohor. Al descubrir que la fauna sahariana estaba siendo exterminada y que algunas especies, como la gacela mohor, podían extinguirse, idearon una operación de rescate, que consistió en trasladar ejemplares al Instituto de Aclimatación de Almería para su reproducción en cautividad. Para acogerlas se creó el Parque de Rescate de la Fauna Sahariana, en el que se llevaron a cabo programas de cría en cautividad, asegurando así su supervivencia y alcanzando un tamaño de población que ha permitido realizar a lo largo de los años diversos proyectos de reintroducción de las gacelas en sus hábitats naturales. Hoy en día, cincuenta años después y bajo el amparo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, el legado de estos altruistas pioneros sigue vigente.