Tras un largo conflicto y gracias a la presión de diversos grupos de activistas sociales entre los que se incluyen vecinos, arquitectos, artistas, sociólogos, y okupas; el antiguo espacio fabril de Can Ricart se salvó del derribo al que estaba condenado por los planes de transformación urbana que afectaban al barrio industrial del Poblenou, en la ciudad de Barcelona.
Abandonado durante años, el espacio se convierte en un recinto de procesión ciudadana, en un escenario de la memoria donde afloran las transformaciones de mundos y formas que ya no existen
Con el comienzo de las obras del futuro Museo de la “Casa de las Lenguas” afloran las diversas capas de tierra que se superponen en el tiempo de un escenario continuamente transitado. Romanos, revolución industrial, mundo obrero, resistencia social, un escenario donde se ponen en juego dinámicas contrapuestas e intereses que generan nuevas acciones y pasiones, reflejo de las luchas y deseos del teatro social sobre un espacio que parece resistirse a su transformación.
Destruir i construir, en una rueda que no cesa, parece ser la ardua tarea de hombres y mujeres.